Las mujeres con cáncer de mama tratadas con un inhibidor de la aromatasa (IA) más palbociclib y con evidencia de un avance de la mutación ESR1 en sangre duplicaron su supervivencia.
Los tumores mamarios pueden volverse resistentes a los IA al mutar el gen ESR1, que codifica el receptor de estrógeno alfa.
“PADA-1 es el primer ensayo que demuestra que, en la mayoría de las pacientes, se pueden detectar y tratar las mutaciones asociadas con la resistencia en el gen del receptor de estrógeno antes del avance tumoral”.
Esto informó el doctor Francois-Clement Bidard, del Instituto Curie y la Universidad París-Saclay, Francia. Lo hizo a través de un comunicado del Simposio de Cáncer Mamario de San Antonio (SABCS, en inglés), donde presentó el estudio.
“El ensayo sugiere que el uso de fulvestrant en esa nueva ventana de oportunidad ofrecería un beneficio estadísticamente y clínicamente significativo“, agregó.
El estudio PADA-1 incluyó mujeres con cáncer de mama metastásico, receptor hormonal positivo, HER2 negativo. Estas habían utilizado un IA más palbociclib como tratamiento de primera línea. Las evaluaron cada dos meses para analizar las mutaciones de ESR1.
A 172 mujeres (elegidas al azar) con un aumento de las mutaciones y sin avance de la enfermedad concurrente, se les indicó continuar con el IA más palbociclib (84 pacientes). De otro modo, cambiar a fulvestrant más palbociclib (88 pacientes).
En 26 meses, la sobrevida sin avance de la enfermedad con el cambio a fulvestrant fue más del doble que con el uso del IA inicial (11,9 v 5,7 meses; HR 0,63; p=0,007).
Hubo 47 casos en tratamiento con IA que cambiaron a fulvestrant. Eso fue debido al avance de la enfermedad. En unos 14,7 meses de seguimiento, la supervivencia sin progresión en ese grupo fue de 3,5 meses.
'-Agencia EFE
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