El Dr. José Esteban Muñoz-Medina (del Instituto Mexicano del Seguro Social en la Ciudad de México) y sus colegas señalan en PLOS Enfermedades Tropicales Desatendidas que CHIKV y ZIKAV se detectaron por primera vez en México en 2014 y 2015, respectivamente.

Sin embargo, las técnicas de diagnóstico utilizadas por la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública del país se centraron únicamente en DENV hasta 2017. Antes de la implementación de las pruebas de RT-qPCR multiplex se desconocía la verdadera incidencia de estos tres arbovirus, así como la incidencia de coinfecciones.

Por lo tanto, el equipo realizó un estudio transversal de 1.038 muestras de suero (edad media de los pacientes: 33 años; 38% hombres) para confirmar los diagnósticos de DENV, CHIKV y ZIKAV durante los primeros tres años de cocirculación de estos arbovirus.

La prueba multiplex puede identificar cualquiera de los tres virus en una sola reacción.

El equipo encontró un 243,8% más de casos de arbovirus de lo que se informó originalmente, incluidas las coinfecciones (4,9% de las muestras positivas), lo que sugiere una subestimación de la incidencia de los tres virus.

Sin embargo, se observó una DENV significativamente menor
que en años anteriores, y las altas tasas de incidencia de CHIKV
y ZIKAV coincidieron con períodos de disminución del dengue.

El análisis del canal endémico mostró que los casos de DENV aumentaron nuevamente después de que disminuyó la circulación de CHKV y ZIKAV.

Al graficar los datos estimados para 2018, la línea superó el umbral de alarma en octubre, alcanzando el área epidémica. Esto demostró una recuperación en el número de casos de DENV en comparación con los años de cocirculación con CHIKV y ZIKV.

Los autores concluyen: “Los resultados obtenidos en este estudio muestran por primera vez el impacto real en la
incidencia detectada de dengue luego de la introducción de CHIKV y ZIKV en México. Además del grado de subestimación de estos arbovirus en el país, así como el coinfecciones entre estos virus, cuya importancia, clínica y epidemiológica, aún se desconoce“.