En cualquier organización la comunicación efectiva resulta una herramienta vital para satisfacer objetivos. Permite entender necesidades, definir prioridades, pero también reflejar valores, misión, visión y metas que poseen las entidades. Aquellas del ámbito de la salud por supuesto no están exentas de su influencia. Numerosas investigaciones en el área del gerenciamiento sanitario indican que una comunicación efectiva resulta relevante para brindar una atención de calidad a los pacientes.

Los médicos o médicas con vocación de gestión necesitan entonces saber comunicar. Dicha habilidad blanda, en la actualidad, es considerada un componente central en la construcción de liderazgos transformacionales. Los expertos definen a la comunicación efectiva como algo que excede el mero hecho de transmitir información. Aquí hay interacción e influencia reciproca en el emisor y el receptor. Lo bueno es que la habilidad puede aprenderse.

La comunicación efectiva potencia el trabajo en equipo

Una de las características distintivas de las buenas instituciones de salud es que apuestan al trabajo en equipo. Confían en el talento colectivo y en la interdisciplina. Saben que el desempeño individual, y una escasa comunicación, suelen ser factores que juegan contra una atención segura y de calidad en los sistemas sanitarios.

En el último tiempo existe una complejidad creciente de los procesos de salud-enfermedad. Cada vez y con mayor frecuencia los padecimientos demandan en la práctica clínica la interrelación de distintas disciplinas. En ese escenario resulta fundamental integrar los mensajes de los diferentes especialistas y profesionales que intervienen. Para tal fin, entonces se necesita que quienes estén encargados de gestionar tengan habilidades y aptitudes para trazar puentes y poder comunicar.

Por otro lado, la falta de comunicación entre los distintos proveedores de salud ha sido relacionada con una menor seguridad del paciente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países de ingresos altos uno de cada diez pacientes sufre daños mientras recibe atención hospitalaria. Son eventos adversos capaces de ser prevenidos, entre otras cosas por medio de una comunicación efectiva.

La calidad de la atención médica depende de comunicados claros

Varia investigaciones han reportado que una adecuada comunicación tiene una influencia positiva en la calidad de atención sanitaria. Entre otras cosas, incrementa la satisfacción de los pacientes y mejora la tasa de adherencia a distintos tratamientos. También disminuye la estadía hospitalaria de los enfermos y reduce los costos asociados a los cuidados de la salud.

La comunicación efectiva constituye un verdadero pilar en la relación del médico, o médica, con el paciente. Además, permite centrar la atención en el enfermo y hacerlo partícipe de la toma de decisiones.

Los estudios también han demostrado que la comunicación efectiva en el ámbito sanitario aumenta la satisfacción laboral de los profesionales, disminuye el estrés ocasionado por el trabajo y reduce la aparición de complicaciones indeseables, tales como por ejemplo el síndrome de burnout.

No es una habilidad innata, puede aprenderse

Generalmente se piensa que la comunicación efectiva es una habilidad que ya se trae, o se adquiere sola con el paso de los años. Esto ocurre en gran medida debido a que en el trayecto formativo de grado y posgrado no existen demasiadas opciones para desarrollar esta habilidad. Pero, afortunadamente cada vez son más los recursos educacionales que brindan contenidos relacionados con este tópico.

La comunicación efectiva no involucra solo a la palabra. También tiene en cuenta la escucha activa y a otros aspectos no verbales, tales como el contacto visual, los gestos, el movimiento corporal, las expresiones faciales y los ademanes. El tercer componente, denominado paraverbal, presta especial atención a la manera en que se dicen la palabras. Es decir, repara en el volumen, tono, entonación, ritmo, o velocidad que se elige al hablar. Recuerde que todo eso se puede aprender.