Consecuencias de la pandemia y del virus en pacientes oncológicos y embarazadas, últimos estudios en trasplantes e interrupción en los servicios de salud según estudio de la OMS.
La cuarta dosis de la vacuna para COVID-19 acumula respaldo para pacientes con cánceres sanguíneos. En los pacientes con cánceres de la sangre, tres dosis de las vacunas para COVID-19 no generarían niveles detectables de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron del SARS-CoV-2. Esto, de acuerdo con un estudio del Reino Unido.
Ómicron evade parcialmente la inmunidad que generan las vacunas. Una tercera dosis refuerza la respuesta de los anticuerpos neutralizantes (ACn) en la población general, pero faltan datos comparables en los pacientes oncológicos.
El equipo de Samra Turajlic, del Instituto Francis Crick, Londres, estudió a 115 pacientes con tumores sólidos y a 84 con cánceres sanguíneos. Todos habían recibido una tercera dosis de la vacuna de Pfizer después de dos dosis de la misma vacuna o la de AstraZeneca.
El 90% de los casos con tumores sólidos tenían títulos detectables de ACn contra ómicron con la tercera dosis. En cambio, con un cáncer de la sangre, apenas el 56% de ellos.
En una carta al editor publicada en The Lancet, los autores señalan que “solo unos pocos” pacientes con tumores sólidos no tenían títulos de ACn contra ómicron con las tres dosis. Mientras, que una “proporción significativa” de pacientes con cánceres sanguíneos, en especial aquellos en tratamiento con terapias de depleción de células B o con cáncer progresivo, no demostró una respuesta detectable.
“El beneficio incremental de una tercera dosis para reforzar la respuesta con ACn en los pacientes con cáncer de la sangre respalda el uso de una cuarta dosis en esa población”, finalizan los autores.
Científicos británicos pondrán en marcha esta semana un estudio para evaluar los efectos de las nuevas variantes del coronavirus en las mujeres embarazadas y los recién nacidos. Así, como estudiar los efectos de la vacunación contra el COVID-19 en las complicaciones durante la gestación y tras el parto.
El COVID-19 puede causar varias complicaciones durante la gestación. Pero, las bajas tasas de vacunación de las mujeres embarazadas en medio del aumento de las infecciones debido a la variante ómicron han impulsado el estudio, informó el martes la Universidad de Oxford.
Científicos británicos pondrán en marcha esta semana un estudio para evaluar los efectos de las nuevas variantes del coronavirus en las mujeres embarazadas. También en los recién nacidos. Así, como estudiar los efectos de la vacunación contra el COVID-19 en las complicaciones durante la gestación y tras el parto.
El estudio se realiza menos de un año después de que la universidad descubriera que las mujeres embarazadas con COVID-19 y sus hijos recién nacidos corrían un mayor riesgo de complicaciones —como el nacimiento prematuro y el riesgo de fallo orgánico— de lo que se sabía hasta ahora.
“Los efectos del COVID-19 en el embarazo han sido infravalorados e insuficientemente estudiados”, dijo el profesor de la Universidad de Oxford José Villar, codirector del estudio.
“Ni siquiera se incluyó a las mujeres embarazadas en los ensayos de la vacuna, lo que ha permitido que se difunda ampliamente una ‘información’ poco científica y aterradora”.
Muchas autoridades sanitarias mundiales han afirmado que las vacunas durante el embarazo son seguras. Además, un estudio estadounidense del mes pasado concluyó que no se asociaban a partos prematuros ni a recién nacidos con bajo peso.
En noviembre, datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido mostraron que la vacunación para el COVID-19 era segura para las mujeres embarazadas. No se asociaba a mayores tasas de complicaciones.
El próximo estudio británico incluirá a unas 1.500 mujeres que hayan dado positivo en el virus en cualquier fase del embarazo. Las comparará con 3.000 mujeres no infectadas durante cuatro meses. Los científicos de Oxford dijeron que esperan los resultados del ensayo en mayo.
Las personas que necesitan un trasplante pulmonar por COVID-19 evolucionan tan bien como los trasplantados por otras causas, de acuerdo con datos preliminares. Los resultados son importantes para los investigadores porque una mala evolución descartaría a estos pacientes como candidatos aún cuando sus pulmones estuvieran completamente destruidos. Dicha situación, dado el faltante de órganos.
En Estados Unidos se realizaron 3.039 trasplantes pulmonares entre agosto del 2020 y septiembre del 2021. El 7% fue en sobrevivientes de COVID-19 con pulmones dañados irreparablemente por el virus, según publica el equipo en The New England Journal of Medicine.
Hubo 197 sobrevivientes de COVID que recibieron dos pulmones y 17 que recibieron uno. Algunos también necesitaron un corazón y los riñones. La tasa de sobrevida a tres meses del trasplante fue del 95,6%, lo que “se acercó al valor en pacientes con un trasplante pulmonar por otros motivos distintos a COVID-19”.
En el 92% de los 129 países se registraron interrupciones en los servicios de salud básicos. Por ejemplo, los programas de vacunación y el tratamiento de enfermedades como el sida, expuso el lunes una encuesta de la Organización Mundial de la Salud sobre el impacto de la pandemia del COVID-19.
La encuesta, realizada entre noviembre y diciembre de 2021, mostró que los servicios estaban “gravemente afectados” con “poca o ninguna mejora” respecto a la encuesta anterior de principios de 2021, informó la OMS en un comunicado enviado a periodistas.
“Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto la importancia de tomar medidas urgentes para hacer frente a los principales desafíos del sistema de salud. Recuperar los servicios y mitigar el impacto de la pandemia del COVID-19”, señaló la OMS.
La atención de emergencia, que incluye los servicios de ambulancia y de urgencias, empeoró de hecho, ya que el 36% de los países informaron de interrupciones, frente al 29% a principios de 2021 y el 21% en la primera encuesta de 2020.
Las operaciones electivas, como las prótesis de cadera y rodilla, se vieron interrumpidas en el 59% de los países. La mitad de ellos informaron deficiencias en los cuidados de rehabilitación y paliativos.
El momento de la encuesta coincidió con el aumento de los casos de COVID-19 en muchos países a finales de 2021. Incremento debido a la variante ómicron, altamente transmisible. Lo que supuso una carga adicional para los hospitales.
La declaración de la OMS atribuyó la magnitud de las interrupciones a “problemas preexistentes de los sistemas de salud”. Así como a la disminución de la demanda de atención.
The Lancet, online 25 de enero del 2022. (Reporte de Pushkala Aripaka in Bengaluru; Editado en español por Javier Leira). The New England Journal of Medicine, online 26 de enero del 2022. (Reporte de Emma Farge; editado en español por Benjamín Mejías Valencia).
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